No poder sentir placer vaginal

Incapacidad de disfrutar del Orgasmo

La anhedonia sexual, también conocida como síntoma orgásmico disociativo de placer, es una condición que impide sentir goce al experimentar  un orgasmo. Se cree que es una variante del trastorno de deseo sexual hipoactivo.

Durante el orgasmo se liberan sustancias químicas en el cerebro, activando señales motoras que causarán ciclos rápidos de contracción muscular en las áreas correspondientes de hombres y mujeres. Estas señales pueden causar otras contracciones musculares involuntarias, como movimientos corporales y vocalización. Las señales neuronales ascendentes van a la corteza cerebral y se experimentan sentimientos de placer intenso.

Quien sufre anhedonia está consciente de alcanzar un orgasmo, pues siente los efectos físicos que acabamos de explicar, pero experimenta un tipo de placer muy limitado o nulo.  Se cree que sufren una disfunción en la liberación de la dopamina química en el núcleo accumbens, el principal centro de recompensa del cerebro, donde además hay gran participación en  las actividades placenteras, como la risa, la adicción y la música. En la anhedonia nuestro sistema de recompensas cerebral está incapacitado de activar el mecanismo para repetir conductas, y de eso se derivaría la ausencia de placer.

Entonces la depresión, la adicción a las drogas, los altos niveles de prolactina, la baja testosterona y el uso de ciertos medicamentos,  podrían desempeñar un papel en la inhibición de la dopamina.

Como la anhedonia sexual es la fuente de una considerable insatisfacción, se han ideado varios métodos de tratamiento para ayudar a los pacientes a sobrellevarla. La exploración de factores psicológicos es un método, que incluye la exploración de traumas, abusos y prohibiciones en la historia cultural y religiosa de la persona. La terapia sexual también podría usarse como una forma de  asistencia de una víctima, para realinearse y examinar sus expectativas de un orgasmo.

Las causas médicas contribuyentes también deben descartarse y los medicamentos deben cambiarse, cuando sea apropiado. Además, los análisis de sangre pueden ayudar a determinar los niveles de hormonas y otros valores en el torrente sanguíneo que pueden inhibir el placer. Esta afección también se puede tratar con medicamentos que aumentan la dopamina, como la oxitocina u otros. En general, se  podría recomendar una combinación de tratamientos psicológicos y fisiológicos para tratar el síntoma orgásmico disociativo de placer.

Otros medicamentos que pueden ser útiles en el tratamiento de esta afección incluyen los agonistas de dopamina, la oxitocina, los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 y los bloqueadores de los receptores alfa-2 como la yohimbina.

Abordar este problema de disfunción sexual implica un primer y muy importante paso, y es que la paciente sea capaz de hablar de su sentir. Quizá solo bastará – contando con especialistas- la supresión de  algún medicamento, por ejemplo un antidepresivo, y tratar este segundo trastorno con otras terapias que garanticen tanto su salud mental como sexual.

Haber perdido sensibilidad / Episiotomía / Cierre vaginal

Uno de los momentos más hermosos en la vida de una mujer, es dar a luz; sin embargo este mismo instante podría generar  alguna secuela un tanto compleja para su salud sexual.

Durante el parto podría ser necesario hacer un corte en el área entre la vagina y el ano (el perineo),  una cirugía llamada episiotomía,  que hace que la abertura de la vagina se haga un poco más ancha, permitiendo que el bebé atraviese más fácilmente. Esta incisión ayuda a prevenir una rotura severa o acelerar el parto si el bebé está en riesgo; el problema surge cuando el perineo de la mujer sufre desgarre.

No hay reglas sobre cuándo comenzar a tener relaciones sexuales nuevamente después de dar a luz. En las semanas posteriores al parto, muchas mujeres se sienten adoloridas y cansadas, ya sea que hayan tenido una episiotomía o no.

Si el sexo duele, no será placentero. Tras una rotura o una episiotomía, es común sentir dolor durante las relaciones sexuales de los primeros meses. Los estudios indican que 9 de cada 10 mujeres, quienes tuvieron una episiotomía y reanudaron las relaciones sexuales después del procedimiento, sintieron mucho dolor pero afortunadamente aminoró con el tiempo.

¡No hay prisas! Si la penetración es dolorosa, dilo. Si finges que todo está bien cuando no lo está, puedes comenzar a sentir el sexo como una molestia, en lugar de un placer. Esta sensación no te ayudará y mucho menos a tu pareja. Entonces podrías empezar a tener intimidad sin que haya penetración, por ejemplo, a través de la masturbación mutua.

Evitar momentáneamente  el coito permite el tiempo para que el cuerpo se recupere; la vagina tendrá que reponerse tras el traumatismo del parto, el útero vuelve a su tamaño y las cicatrices o desgarros deberán sanar. El tiempo para retomar las relaciones dependerá de cada organismo, regularizar los factores hormonales e incluso saber llevar la llegada de un bebé. Lo fundamental es que la intimidad y las valiosas  muestras de afecto no desaparezcan, ya que son la base del erotismo.

Cuando existe pérdida de sensibilidad por ensanchamiento del canal vaginal, cicatriz queloide, sequedad vaginal, entre otras complicaciones, deben ser habladas en pareja y asistidas.

Fortalecer los músculos alrededor de la vagina y el ano haciendo ejercicios en el piso pélvico como los de Kegel, puede ayudar a promover la curación, reducirá la presión sobre el corte y el tejido circundante.

Insatisfacción sexual femenina / Falta de deseo sexual

El impulso sexual suele disminuir naturalmente con la edad en función de factores fisiológicos; pero también abarca agentes interpersonales y psicológicos que crean una disposición ante la intimidad.

Más allá de la calentura, es la experimentación de intimidad en la relación. Si estás enojado con tu cónyuge, podrías tener deseo, pero no querrás tener sexo  con esa persona en particular. Por lo tanto, todos estos aspectos del apetito sexual deben ser examinados para determinar la raíz del problema.

Las causas comunes en la pérdida del deseo sexual y el impulso en las mujeres incluyen:

Problemas de relación interpersonal. Los problemas de desempeño de la pareja, la falta de satisfacción emocional con la relación, el nacimiento de un bebé y convertirse en un cuidador de un ser querido, pueden disminuir el deseo sexual.

Influencias socioculturales. El estrés laboral, la presión de grupo y las imágenes de la sexualidad en los medios,  pueden influir negativamente en la sexualidad.

Baja testosterona. La testosterona afecta el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres. Los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo en las mujeres de 20 años y luego disminuyen de manera constante con la edad; el punto más drástico se desencadena en la menopausia.

Problemas médicos. Enfermedades mentales como la depresión, ansiedad, estrés  o afecciones médicas, como la endometriosis, los fibromas y los trastornos de la tiroides, afectan el impulso sexual de una mujer, tanto mental como físicamente.

Medicamentos. Ciertos antidepresivos (incluida la nueva generación de ISRS), medicamentos para reducir la presión arterial y anticonceptivos orales, pueden reducir el impulso sexual de muchas maneras; entre ellos, disminuir los niveles de testosterona disponibles o afectar el flujo sanguíneo.

Años. Con el envejecimiento hay cambios en la producción hormonal; los niveles sanguíneos de andrógenos disminuyen continuamente en las mujeres a medida que envejecen.

¿Cómo tratar la anorgasmia?

El tratamiento para la anorgasmia dependerá de la causa de sus síntomas. Puede incluir cambios en el estilo de vida, terapia y medicamentos.

Cambios de estilo de vida y terapia

Para la mayoría de las mujeres, una parte clave del tratamiento incluye abordar problemas de relación y de estrés en la cotidianidad. Comprender tu cuerpo y probar diferentes tipos de estimulación sexual, también pueden ayudar.

Conoce mejor tu cuerpo

Comprender tu anatomía, cómo y dónde te gusta que te toquen, puede conducir a una mejor satisfacción sexual. Si necesitas un curso de actualización sobre tu anatomía genital, puedes solicitar al médico un diagrama o explorar tu cuerpo frente al espejo.

La autoestimulación con la mano o un vibrador puede ayudarte a descubrir qué tipo de contacto es mejor y brindarte información que puedes compartir con tu pareja. Si no estás cómoda con la autoexploración, pídele a tu pareja que te ayude a explorar tu cuerpo. Se convertirá en un juego erótico.

Existen tantas formas de sentir placer, como pasos de baile posibles, no hay las formulas universales. Está en ti descubrir tu propia estrategia

Aumenta la estimulación sexual

Quienes nunca han tenido un orgasmo podrían no estar recibiendo adecuada o suficiente estimulación. La mayoría de las mujeres necesitan estimulación directa o indirecta del clítoris hasta lograr el orgasmo.

Posición sexual

Cambiar de posición sexual y conocer nuevas, podría optimizar la estimulación durante la penetración vaginal. Usar un vibrador o fantasear durante el sexo también incita a desencadenar un orgasmo.

Juguetes e instrumentos sexuales

El uso de juguetes e instrumentos sexuales despierta nuevas sensaciones, la creatividad y curiosidad, activando el deseo. En algunas mujeres, un dispositivo llamado vacío del clítoris puede mejorar el flujo sanguíneo y aumentar la sensibilidad ante la estimulación. Éste instrumento es portátil y funciona con baterías; es una copa que se ajusta sobre el clítoris.

Así pasa con lubricantes, ropa especial, vibradores, entre otros elementos para compartir el placer.

Busque consejería para parejas

Un especialista puede ayudarlo a superar los conflictos en su relación y desechar los factores que afectan su capacidad para llegar al orgasmo.

Prueba la terapia sexual

Los terapeutas sexuales se especializan en el tratamiento de preocupaciones sexuales. La terapia a menudo incluye educación sexual, ayuda con habilidades de comunicación y ejercicios de comportamiento que usted y su pareja practican en casa.

Tratamientos médicos

Si una afección médica te impide alcanzar el orgasmo, tratar la causa podría resolver el problema. Acudir a un especialista para cambiar o modificar el medicamento que inhibe el orgasmo también, podría eliminar sus síntomas.

Terapia con estrógenos.

Cuando la anorgasmia se debe a la menopausia, sudores nocturnos y sofocos, la terapia con estrógenos sistémicos, en forma de píldora, parche o gel, podría mejorar la respuesta sexual, tratando paralelamente los otros síntomas.

La terapia local con estrógenos, en presentación de crema, supositorio o anillo de liberación lenta, que se coloca en la vagina, puede aumentar el flujo de sangre y mejorar la excitación sexual.

Terapia de testosterona

Esta hormona podría optimizar la función sexual en algunos grupos específicos de mujeres, sin embargo  seguridad y efectividad es limitada.

Existe una amplia variedad de tratamientos para la disfunción sexual en las mujeres, pero como a menudo tiene más de una causa, será imprescindible evaluar a profundidad y de forma personalizada cada caso.

Sin tener que ahogarnos en un vaso de agua, la estrategia para  disfrutar plenamente de tu sexualidad podría ser muy simple, rápida y accesible,  ¿por qué impedirte sentir el máximo placer del orgasmo? Todo empieza con tu propia decisión.